El estudiante que desea con todas sus fuerzas aprobar una oposición siente al menos cierto nivel de ansiedad antes de un examen. Pero para algunos individuos, ese estrés puede ser severo, incluso frustrar su oposición. Por eso es importante aprender a combatir esa ansiedad. Las siguientes estrategias pueden ayudarte a superar el estrés relacionado con el examen.
Respiracion
Cierra los ojos y respira profundamente tres veces. Haz una pausa un momento después de inhalar, el tiempo suficiente para marcar el cambio de adentro hacia afuera. Luego exhala de manera uniforme y completa antes de comenzar de nuevo.
Respirar puede sonar demasiado fácil para ser útil, pero expandir deliberadamente el pecho para respirar profundamente relaja los músculos y los estimula para trabajar normalmente de nuevo. Y esto no es todo, el aumento del flujo de oxígeno ayuda a tu cerebro. Lo mejor de todo es que esta técnica sólo toma un momento, así que úsala justo antes de que comience la prueba.
Reserva tiempo para ti
Puede que sientas una tremenda presión y quieras dedicar cada momento de tu vida a estudiar, pero aún así es importante destinar parte de tu tiempo a descansar y reconectarte con las personas que amas. Sal a caminar para disfrutar del aire fresco, cena con tu familia, pareja o amigos, juega con tus mascotas o simplemente siéntate a ver la televisión.
Esto no es un permiso para procastinar. Las investigaciones demuestran que el cerebro necesita tiempo para asimilar el conocimiento, y si nunca se ralentiza el flujo de información, la mente se satura a un ritmo más rápido de lo que se pueden almacenar nuevos datos.
El tiempo de inactividad es un requisito para volverse más enfocado y capaz, cuando se usa con moderación. Fija un temporizador si es necesario, pero no descuides tu alegría, especialmente mientras te preparas para un examen importante.
Haz ejercicio
Múltiples estudios han demostrado que el ejercicio físico es un antídoto notablemente efectivo contra el estrés. Al igual que los ejercicios de respiración descritos anteriormente, el ejercicio lo incita a concentrarse en tu cuerpo en lugar de en tus oposiciones.
Muchos opositores llevan el estrés en sus cuerpos, y el ejercicio mueve sus músculos, aumenta el flujo sanguíneo y ejercita un buen porcentaje de los músculos del cuerpo. Cuando regreses a estudiar, tu enfoque mejorará mucho.
El efecto secundario más útil del aumento del flujo sanguíneo es el aumento de la circulación que se extiende mucho más allá del final de la sesión de ejercicio. La sangre transporta oxígeno, y tu cerebro debe tener oxígeno para que funcione correctamente.
Duerme
Existe un mito incorrecto y dañino de que pasar la noche en vela indica la seriedad al prepararse para un examen. En realidad, estudiar toda la noche es la peor respuesta posible a la ansiedad.
No sólo es casi imposible recordar el material leído a las 3 de la mañana, sino que la falta de sueño nubla tu mente al día siguiente y quizás durante la semana siguiente.
Peor aún, la fatiga daña tu resistencia. El estrés agota a tu cuerpo. Los ejercicios respiratorios, el tiempo de inactividad y el ejercicio pueden aliviar los efectos de la ansiedad, pero ninguno de ellos será tan efectivo como el sueño.
El sueño es la forma en que los recuerdos a corto plazo que se forman durante el estudio se convierten en recuerdos a largo plazo que pueden ser recordados durante el examen.
Toma el control
Con demasiada frecuencia, el estrés académico proviene de sentir una falta de control sobre la situación. Mientras otras personas escriben las preguntas del examen y califican sus respuestas, tu tienes el poder de prepararte. Crear una agenda con metas concretas le dará una sensación de progreso a medida que completes las tareas requeridas antes del gran día.